Viajando por
la zona norte de España, es muy común encontrar pueblos o aldeas, donde apenas
quedan 10 habitantes, o muchos de ellos ya totalmente deshabitados durante los meses de
invierno y donde la media de edad supera los 75 años, siendo las expectativas no muy alentadoras. También es cierto que hemos encontrado en
estos pueblos gente muy joven, con grandes ideas y con ganas de que esto no
decaiga, pero según nos han comentado ellos con muchos impedimentos por parte
de la Administración para llevar a cabo sus proyectos.
Esta casa, en concreto, pertenece a un pueblo de la zona montañosa de
León, Mallo de Luna, en el que quedan
algo más de 30 vecinos, está a orilla del Pantano de Luna y cerca del Parque
Natural de Somiedo.
Es una foto que me atrae, por ese
rosal que creo que le da ese punto de esperanza.
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