Cuando te metes en el ambiente y en cada rincón encuentras algo que te motive a disparar ya no hay marcha atrás te olvidas de la cámara, si es nueva , si te ha costado un pastón no piensas en nada de eso.
Solo piensa en esa fotografía que quieres reflejar como si fuera la ultima que vayas hacer, te olvidas de la realidad durante ese tiempo de subidon. Pero mas allá de de esa realidad del momento se esconde el miedo de que le haya ocurrido algo a tu cámara,no hay mas que ver las fotos de compañeros de afición, hasta donde te puedes meter por conseguir una fotografía.
Sin miedo, es lo que tiene esto para los que nos gusta tanto esta afición.
4 comentarios:
La valentía tiene su premio. Yo tengo que reconocer que probablemente no me hubiera atrevido a meter a mi equipo en ese "fregao", pero he de reconocer, a tenor de los resultados (incluídas las que te he visto en el Facebook), que el riesgo ha merecido la pena. Estupendo reportaje y fantástica experiencia, como refleja claramente la cara de felicidad que luce nuestro Pedro :-). Ya me contaréis si las manchas salieron. Saluditos.
Fue espectacular, desde el primer momento que llegamos, además tuvimos suerte que para ser las 6 de la tarde en agosto y en Madrid, no hizo nada de calor. El equipo se salvó (por lo menos hasta ahora no ha aparecido nada raro), aunque alguno no sabe que hay que llevar protecciones para la cámara cuando se va a estos "saraos" (que poco profesionales, jajajajaja). y las manchas....... jijijij, no hay nada q se resista a un buen chorro de lejia.
Simplemente, espectacular.
Que valor teneis!, pero la verdad es que las fotos no tienen desperdicio. ¡Una pasada|, pero ¡ESTAIS LOCOS!
Jajajaja! Pero que divertido!!!
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