El otro día salí a tierras toledanas en busca de construcciones abandonadas que diseminadas a lo largo y ancho de la geografía manchega resplandecen bajo el límpido sol invernal. Y tenía claro el tratamiento a aplicar. Emular a mi muy querida Fuji Velvia. Película positiva en color con una sensibilidad ISO 50 y un grano finísimo que combinada con el uso de un filtro polarizador en días soleados daba como resultado fotografías de alto contraste, con un detalle fuera de lo común y una rabiosa saturación de los colores. Un ejercicio de nostalgia. Va por ella. Datos técnicos: Nikon D700, objetivo Nikkor 24-120 f/4 a 24 mm, f/11, 1/125 s, filtro polarizador circular Hoya Slim Pro.
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2 comentarios:
Me gusta como la has revelado.
Un saludo
Da gusto verla.
Un saludo.
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